viernes, 9 de noviembre de 2007

Se proclamó el fraude..

La persona más aplaudida por el schoretismo, fue la jueza Vidal... Eso no les dice nada?

¿No hay en este cruce de miradas, la satisfacción que genera, el haber logrado un buen, pero dificultoso, trato?


La jueza que proclamó a Schiaretti gobernador, y Schoretti, el "gobernador"
Postal del "fraude patriotico"

domingo, 21 de octubre de 2007

La vigencia de una tapa: REACTIVACIÓN, La Argentina recupera su nivel histórico de fascimo

La Revista Barcela publica en Febrero del presente año (2007) un titular impactante:


Pasado el chiste, el grado de verdad del titular es bastante triste. La cantidad de hechos, contando solamente los de conocimiento público, que avalan este aseveramiento es preocupante. Pasaré revista a algunos, sencillamente para ilustrar el caso.


Los hechos son elocuentes, pero lo grave, lo realmente grave, es el grado de tolerancia que la sociedad ha mostrado a los mismos.. pasan fraudes, muertos, violaciones a derechos fundamentales.. y la cosa sigue..

viernes, 19 de octubre de 2007

Se convalidó el fraude en Córdoba

Hoy la justicia electoral convalidó el fraude del delasotismo en Córdoba. No se contó voto a voto, ni se llamó a complementarias en las mesas con irregularidades. Es un día triste... Se jugó al desgaste y en tiempos como los que corren, es una estrategia "inteligente". El pasado 2 de setiembre pasará, para los que lo sentimos desde el lugar de ciudadanos, como el día que se nos violó, y no pudimos hacer nada.. Para el resto, quedará el olvido, hasta que la violación sea sin vaselina e indiscriminada

¿Volverá esta impotencia en otra forma? ¿Podrá con ella el desgaste del tiempo?

Nota en Página/12

viernes, 21 de septiembre de 2007

Nueva marcha por el Fraude en Córdoba

Ayer se marchó nuevamente en repudio al fraude electoral en Córdoba. Contrario a la imagen que muestran la mayoría de los medios (La Voz, Clarin, TN, La Mañana) , allí se hizo presente un amplio espectro de la sociedad civil y más de 30 mil cordobeses marcharon nuevamente, en un tiempo donde el escepticismo es una actitud de tan alto prestigio, la indignación gana, gana las calles.

El único medio que capta aproximadamente la realidad y la amplitud de la protesta es Pagina/12. Por favor, lean esta nota cuyo link les pego aca abajo.

Cacerolazo de respaldo a Juez - Viernes, 21 de Septiembre de 2007 - Página/12


domingo, 9 de septiembre de 2007

¿Quién me testimonia?


Carta de Lector enviada a La Voz del Interior el 9 de setiembre del 2007 y una serie importante de medios. La carta ha sido publicada por Indymedia.

Para interiorizarse previamente en la problemática, se recomiendan especialmente las siguientes notas:
"Con urnas virtuales 'gargaron' a Juez: grotesco fraude en Córdoba" - Severo Turro
"Una protesta que se pone en marcha" - Martín Piqué para Página 12 - 07 de septiembre de 2007

"Los números que no cierran" - Martín Piqué - Página 12 - 07 de septiembre de 2007.
"Me gusta el vino y la joda" - Nota de Opinión en página 12.



La lista de actores sociales que a uno lo sorprenden, crece desde los lugares menos pensados. Del domingo al lunes ocurrieron en Córdoba, hechos dramáticos y terribles, un aire generalizado de sospecha sobre la transparencia de las elecciones y un sentimiento caldeado de impotencia e indignación. Mientras tanto, y con el correr de los días, uno se va encontrando con la gente y charla. Dependiendo de la cantidad de gente con la uno se relaciona y la variedad de ambientes en los que se mueve, va construyéndose una especie de muestra de la opinión popular. Muestra, desde luego, sesgada, pero cuyo sesgo es totalmente posible de ser determinado. No soy juecista y tengo mis serias reservas sobre esa fuerza política, debo admitirlo. Y en el camino de la semana me crucé con gente por el estilo y más antijuecista, digamos, que no lo votó y que no lo votaría. Sin embargo, la sensación generalizada es que hubo fraude, o por lo menos “cosas muy extrañas y sospechosas”, que han generado una gran indignación. Este vendría a ser el “sesgo”, de mi “muestra”. Se trata de gente que, en primer lugar, está lejos de militar, y en segundo lugar, que está lejos en su simpatía política con el juecismo. Sin embargo, repudia lo acaecido el pasado domingo, le preocupa profundamente que estas cosas ocurran y considera necesario manifestarlo. Muchos de ellos estuvieron el pasado jueves.

Yo marché el jueves pasado. Fui con amigos y, de los cuales, el 100% no son juecistas ni lo serán, pero que querían manifestar su indignación. Tampoco son militantes de la izquierda, sencillamente, son ciudadanos preocupados por la situación política, pero con cierto escepticismo sobre las fuerzas mayoritarias que se presentaban el pasado fin de semana. Y así la calle, la Avenida Colón, se vistió de pueblo, y me siento en la necesidad moral de testimoniar lo que los titulares de los diarios esconden o recluyen a pequeñas notitas diluidas entre publicidades del Banco de la Provincia y gruesos escritos con sabor a nada.

El jueves marchó la sociedad civil, marchó “la gente”, el pueblo, no un sector de la sociedad como se procura instalar desde los medios. Porque no puedo dejar pasar que se me atribuya la propiedad de un grano de arena, en el arenero de la medición de poder, de una supuesta disputa entre dos personas. El jueves NO hubo una medición de fuerzas entre dos sectores. Hubo, por un lado, una manifestación de una posición política popular, de indignación y un reclamo de Justicia. Por otro lado, hubo una endeble demostración de fuerza en el interior de la provincia. Donde fuerza significa, “yo tengo el aparato para juntar con mis punteros una cierta cantidad de gente y utilizar políticamente eso en un discurso”. En cambio, en la ciudad, no hubieron discursos, casi no hubieron pancartas partidistas (las cuales quedaron acotadas a las fuerzas de izquierda, lo que desnuda, la amplitud de sectores que integraban la marcha), no hubo una atribución personal de un rejunte de gente, sino una marcha de indignación popular que se limitó a cantar el Himno. Allí estuvo toda una gama de sectores, a pesar el miedo y las amenazas del candidato oficialista, que el martes dijera “nosotros también tenemos militancia”, que bien puede traducirse, “nosotros tenemos para pagar matones para que enfrenten a esa manifestación” y “por cada urna de las nuestras que abran, caerán cinco de los de ellos”. El jueves el pueblo de Córdoba desafió al miedo, desafió a las amenazas de Schiaretti y desde el gobierno, cuando se sugería la infiltración de “grupos violentos”.

Los titulares de los diarios dicen otra cosa. Pareciera que un medio local no hubiese estado el jueves en Córdoba y hubiese analizado la manifestación desde la lejanía de un escritorio, con los lentes usuales que se mira cualquier otra marcha. Pero la del jueves no fue "cualquier otra marcha". El jueves había familias, abuelas rozando los ochenta años, que aplaudían al son de “la voluntad del pueblo no se vende”, maestras y maestros, médicos y estudiantes terciarios, secundarios y universitarios. Trabajadores, empleados, oficinistas de traje, y sí, también militantes del Frente Cívico. ¿Dónde está la foto del estudiante terciario, que se subió a un teléfono público vestido de un burro blanco, con los ojos y la boca vendados, y un cartel que decía, con otras palabras, “así me quieren”? ¿Dónde está la foto de los montones de carteles improvisados con fibra sobre un pedazo de papel? ¿Dónde está la foto de los montones de pequeñas urnas hechas con cajas de zapatos forradas desde la profundidad de las casas de la ciudad de Córdoba? ¿Dónde está en la medición de concurrencia, la cuadra y media ocupada a alta intensidad entre General Paz y Rivera Indarte? ¿Y las de intensidad media desde Sucre a Cañada? Yo estuve ahí, no me la cuenten. Un Chateau lleno no entra en las calles de Alta Gracia. En la ciudad de Córdoba hay que tomar fotos aéreas, en Alta Gracia desde el piso. Tapa de un diario. Pero no se trata de eso, se trata de tergiversar una manifestación popular en una disputa personal o entre "sectores". Me lo esperaría del delasotismo, pero no de la inmensa mayoría de los diarios. Quizá es remotamente plausible de un medio de Buenos Aires, pero es impensable de un medio local. ¿Dónde estuvieron? ¿Desde donde vieron la marcha?

La Ley NO PROHÍBE contar voto a voto ¿Cuál es el problema? ¿Cuál es el problema de traer veedores y hacer el conteo para salvaguardar la credibilidad de la democracia? ¿Cuál es el problema de comprometerse con una causa popular? El problema es perder los ingresos por publicidad del gobierno. El problema es que, por fin, quede claro, que la integridad intelectual se vende y que, quede totalmente claro, que no tenemos prensa, que tenemos empresas publicitarias. El problema es que quede desnudo, que no tenemos democracia. Que tenemos mercado, y que todo está a la venta. Hasta un titular de primera plana.

domingo, 17 de junio de 2007

EXILIO DE PORTEÑOS

Luego de los últimos resultados electorales en capital...

(Contratapa de último número de Revista Barcelona)

martes, 12 de junio de 2007

No hay nada más ideológico que un voto "desideologizado"

Por Eduardo Aliverti>

Una numerosa cantidad de colegas ha coincidido en dictaminar que en la Capital sí hubo memoria. Pero: ocurrió que en lugar de estar guardada en la deuda de centenares de millones de dólares que las empresas macristas transfirieron a la sociedad a través de los seguros de cambio, o en los manejos de Manliba, o en el procesamiento por contrabando de autos, o en el Correo, la memoria ancló en que las sucesivas administraciones "progres" no resolvieron los dramas cotidianos de "la gente". Según tal razonamiento, una amplísima primera minoría de la sociedad porteña dijo que arreglar problemas como el delito o el transporte no es de derecha ni de izquierda sino de eficiencia. "La gente" quiere un mago o cosa parecida, en esa visión. Y, cansada de que la magia no aparezca nunca, vota hoy a uno y mañana a otro como quien sustituye el shampoo. Dijeron que un 45 por ciento votó a Macri porque quiere un cambio y nada más, y como si ese presunto cambio significase un pito en términos ideológicos.

Va a estar bueno dejar de ampararse en asepsias profesionalistas. Alrededor de la mitad de los porteños votó por sacarse de encima a la resaca, a los cartoneros, a "la negrada" del conurbano que se atiende en los hospitales de la Capital. Votó porque de una vez por todas haya represión contra los desórdenes callejeros, y votó por que si en ese accionar muere alguno sería tanto una macana como una lección. Votó por que al frente de la tarea municipal haya un "gerente" y no un político, sin haber aprendido nada de lo que le pasó a este país por dejar la política en manos de "gerentes". Votó importándole cero lo que este gerente en particular, y su familia, y sus negocios familiares, ya demostraron como defensores del interés comunitario. Votó a Menem. Y aunque sólo decirlo ya provoque un tanto de pudor, deberá admitirse que en medio de esas y otras razones es agregable la asociaciónentre su figura y los éxitos futbolísticos de Boca Juniors, por más que la bonanza deportiva esté lejísimo de darse la mano con el estado financiero del club. El pasado y presente de Macri como legislador también tiene lo suyo: en el Congreso no le vieron la cara casi nunca. Así lo reconoció el propio Macri en el debate televisivo: "¿Para qué voy a ir si son mayoría (el oficialismo) y votan lo que quieren?" Notable, sin dejar de ser obvio: el discurso "antipolítica", que le allegó a Macri una buena o enorme parte de sus sufragios, está respaldado en el hartazgo por los parlamentarios ñoquis que se llenan los bolsillos sin siquiera asistir al recinto. Macri, que es precisamente un emblema de esa vagancia, saca el 45 por ciento de los votos.

En la ciudad se impuso el retorno explícito de la derecha a través de un voto profundamente ideológico. Porque cuando se vota, así sea en una elección municipal, a la par de supuestamente votarse -en el mejor de los casos- por las propuestas para arreglar las veredas, qué hacer con la caca de los perros o cómo disminuir los niveles de ruido, se vota en primer lugar por símbolos, por imaginario, por antecedentes. Por si se quiere ir para allá o para acá. Y véase al respecto una paradoja notable. La inmensa mayoría de los encuestadores, por no decir la totalidad, aduce que el gran mérito de Macri fue no haber dicho nada, no haber propuesto nada. Haberse remitido a visitar escuelas, correr maratones, recorrer villas, tomar mate con jubilados, subirse a un colectivo, treparse a un basural. Que su gran virtud marketinera fue eso, simplemente, dicen los grandes analistas de este país:quedarse al margen de la confrontación entre Filmus y Telerman y esperar sentado sin decir nada, porque "la gente" sencillamente quiere un cambio y no le importan las cuestiones ideológicas. Pues bien: si la gente sencillamente quiere un cambio y no le importan las cuestiones ideológicas y vota a un tipo que no dice nada, se está diciendo todo lo contrario de lo que se dice. Es decir, que lo que se vota es ideología, es símbolo, es imaginario, no propuestas. Supongamos que salen a inquirir a los votantes macristas con una única y directa pregunta: "¿Puede usted mencionar alguna propuesta concreta de Mauricio Macri, que no sea lo bien que hace tomar una cucharada de aceite de bacalao en el desayuno?" No. No puede. El votante de Macri no puede mencionar ninguna propuesta de Macri. Puede decirse que tampoco podrían citar propuesta alguna los votantes de todos los demás. Correcto. Pero entonces, ay, tenemos dos problemas. Uno, que algunos, varios o muchos del resto de los candidatos no ocultaron que votarlos era, antes que nada, un asunto ideológico. Y dos, pero primero, que queda ratificado que el voto es ideológico porque nadie o casi nadie conoce las propuestas de nadie o casi nadie.

Por último, y como para sumar complejidad o sencillez, también se coincide en la muy significativa porción de los votantes de Macri que en las presidenciales votará a Kirchner, varón o mujer. Prefieren al varón, pero será la mujer y cambia muy poco. De acuerdo con tan reveladora prognosis, el carácter esquizoide de ese voto subraya la sustancia desideologizada del electorado, porque se demuestra que "la gente" marca un rumbo en, por ejemplo, la intendencia de la Capital, y otro completamente inverso en la marcha nacional. Pero en ese caso, en lugar de un electorado complejo por la positiva, estamos hablando de un mamarracho gracias al cual ir para acá o para allá da exactamente lo mismo, y cambiante según sean los humores pasajeros, las caras de los candidatos, los vientos a favor o en contra. No es que se piensa. Es que se arrebata.

No hay nada más ideológico que un voto "desideologizado". Por eso ganó Macri. Porque supo montarse en el drama de que ya no hay partidos políticos. De que no hay conducción de unidad colectiva. De que no hay líderes. De que no se organizan ni la bronca ni las aspiraciones populares. De que el kirchnerismo -en la benéfica interpretación de que puede ser una opción válida para los intereses de las mayorías- no se expresa sino a través de sí mismo. Ya no las grandes corrientes y organizaciones populares, sino la capacidad de convicción de los ilusionistas de turno. Es la herencia del menemismo y por eso ganó Macri. Porque ganó Menem.

(...)

martes, 5 de junio de 2007

Buenos Aires S.A.

Elecciones a jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires - 2007





Como sigue esto...


Macri gestionando a la ciudad como si fuera una empresa, la gente pasando a concebir al Estado como si fuera un call center o un club de futbol privatizado, contentos porque su ciudad es por fin como un Shopping, Macri palanqueándose al gobierno nacional, alineando al país con la capital imperial en declinación (estratégicamente patético, un pacto Roca-Runcimann anacronico...), rompiendo el Mercosur o vendiendolo al imperio saliente, más flexibilización, privatización de la universidad, relaciones carnales con el paisucho de Chile (si es que la situación social no explota allí antes), una integración regional chiquita, destrucción de PyMES con sobrevaluación cambiaria, sometimiento del aparato productivo al sistema financiero, regimen monetario de entrega de la soberanía monetaria (de metas de inflacion), electrodomesticos para todos, cultura... para nadie! privatización de lo poco que nos queda... y mucho más. No más ciudadanos, consumidores. No más sociedad civil, mercado.

Y ustedes, PROteños, van a tener que hacerse cargo que la decadencia final de la Argentina haya sido su culpa, por legitimar la derecha para que les cubran los baches, les repriman los choros y para que Buenos Aires salga campeón de la Libertadores y la Conmebol, copa de metegol..

Después no me vengan con que yo no lo voté
Después no me vengan con que "como jefe de gobierno era otra cosa"
Después no me vengan con que "yo no sabía"

Después, a llorar al campito... de casa amarilla.